La Visita de Maduro al estado Sucre
Daniel Trujillo
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n �A ȶ; del mundo, con un
potencial tan extraordinario en lo industrial, comercial, pesquero y turístico,
como la que posee el estado Sucre, a nosotros los paisanos del Gran Mariscal de
Ayacucho nos parece algo extraordinario, fuera de lo común y nos colma de
emoción y renovadas esperanzas una y otra vez, el hecho de que un Presidente, en
este caso Nicolás Maduro, venga con su "gobierno de calle" a nuestro suelo a prometemos como hijo de Chávez, que él
le dará continuidad a lo que en 14 años no pudo cumplir el comandante con la
provincia de Cumaná firmante del Acta de
Independencia de 1811 y con los demás pueblos que desde la llegada del
Almirante Cristóbal Colón en 1492, se quedó en la memoria histórica de los
venezolanos como la Tierra de Gracia. Y es que, al parecer, luego de los graves
problemas económicos que ha atravesado el proyecto gasífero Mariscal Sucre, al
que mucho auguraban le había caído la maldición de Berruecos, dejándolo tan
"salado" como el inmenso mar donde se proyectó en las aguas de la
península de Paria.
Una ventana de optimismo vuelve a
brillar en los cielos azules de Cruz Salmerón, floreciendo en el Canchunchú de Luis
Mariano, a resonar en el joropo con estribillo del bandolín morocho de Cruz
Quinal, un preludio como el de José Antonio Ramos Sucre, o una tozudez que
contraria la renuncia de Andrés Eloy Blanco nos deja anclados a la emoción de
aferramos a los proyectos de desarrollo con los que siempre hemos soñado: Esa
primera emoción vibró en el corazón sucrense cuando Chávez retornó, lo que
antes se denominó proyecto Cristóbal Colón, era un proyecto para ser ejecutado
en 5 años, soñamos con un Sucre diferente, donde la explotación, extracción y venta
de una de las reservas de gas licuado más grandes de Latinoamérica, ubicada
costa afuera de estado Sucre, elevaría el nivel de vida de los hombres y
mujeres de esta región, para generar empleos formales de calidad, construir más
escuelas, más hospitales, disminuir, la pobreza y como consecuencia de ella,
los índices de criminalidad y violencia.
Pero eventos tan desafortunados
como el hundimiento de la plataforma Aban Pearl, en mayo de 2010, cuando en
forma fastuosa se había inaugurado tan sólo una semana antes el llamado campo
Dragón, y que costó a la República más de tres mil millones de dólares,
incluyendo pago de alquiler, mantenimiento y gastos para evitar daños
ecológicos, dejara paralizado otra vez el proyecto. Aunado a ello; el poco tino
del gobierno para escoger a sus socios para/extraer y comercializar el gas sucrense, pues desde el
2005, las licitaciones con empresas de otros países, especialmente
norteamericanas y británicas, como la anglo-holandesa Shell y la gringa Conoco Phillps,
se transformaron de una asociación estratégica con ganancias compartidas a una
pesadilla que provocó la expulsión de las trasnacionales y la enemistad con el gobierno
venezolano. Chávez 'entonces para no paralizar, el proyecto, y consiente de las
pérdidas que estaba sufriendo Pdvsa, negocia los cuatro campos gasíferos
asociados, que abarcan una superficie de 717 kilómetros cuadrados, con la
japonesa Mitsubishi, la brasilera Petrobras y Qatar Petroleum, pero estas
negociaciones tampoco; fructificaron.
En el año 2009, el gobierno de
Hugo Chávez inicia una nueva ronda de licitaciones, presentando a las empresas
más importantes del ramo, las "bondades" del proyecto, basado en una
producción aproximada de 1200 millones de pies cúbicos de gas por día y de 20
mil barriles diarios de gas condesado, que serían utilizados para suplir el
mercado interno, empresas básicas y petroquímíca. sin embargo, nada de esto
logró atraer a las 11 firmas que se inscribieron inicialmente y el proyecto
otra vez quedó paralizado. La meta de ejecución del proyecto cada año se iba
rodando, pues para el 2010 el gas sucrense ya se estaría comercializando y
llegando directo, a los hogares de las principales ciudades de nuestra entidad.
Pero la meta nunca se cumplió.
A finales del año 2011, el
ministro de petróleo y energía, Rafael Ramírez, informaba de otra licitación
con firmas de China, Malasia, Rusia y Argelia para asociarse y arrancar el
proyecto, una vez más en virtud que el gobierno de había quedado sin dólares
para invertir, afirmando, que la alianza le permitiría recuperar a Pdvsa más de
800 millones de dólares que invirtió en la etapa exploratoria del proyecto,
anunciando además que e1 proyecto estaba “reestructurado, negociándose de manera
integrada por lo que ahora sí arrancará definitivamente”. Fijando como fecha
para las primeras extracciones y ventas noviembre de 2012.
Otra vez la emoción de los
sucrenses se desvanecía. Pero el Presidente Nicolás Maduro ha abierto otra vez
las grandes alamedas del desarrollo sucrense, anunciando una extraordinaria
noticia, que es convertir a nuestra entidad en una Zona Especial de Desarrollo,
"para hacer la inversión necesaria que necesita la región para desarrollar
todas las potencialidades económicas". ¡Dios quiera que así sea! Y no se
trate sólo de estratagemas pre electoreras en la víspera de unas elecciones
municipales que lucen harto complejas para el partido de gobierno.
Sin embargo, estoy convencido que
ee1 presidente Maduro, no le queda otra que cumplir su palabra y en beneficio
de un modelo económico que ya no aporta el asistencialisrno, comenzar a
desarrollar nuestra región, pues no sólo gas puede aportar Sucre al PIB Nacional,
sino también ingresos por pesca, turismo y aduanamiento de mercancías que vayan
dirigidas al Caribe Oriental, eso sí, fortaleciendo las infraestructuras de los
puertos de Cumaná, Carúpano y Güiria, para el comercio y el intercambio con los
países del Caríbe Atlántico.
Pero Sucre no se desarrollará sin
una: vialidad interna y externa que le permita dejar de ser una isla en tierra
firme, por el intrincado acceso con el resto, de la nación, necesita su
autopista, una promesa del fallecido expresidente Chávez la última vez que
visitó Cumaná.
Realmente las palabras de Maduro,
pronunciadas ayer desde Carúpano, nos colocan en esa dimensión onírica, en ese
espacio de las grandes ideas y los grandes sueños que como quijotes contra molinos
de vientos hemos perseguido los sucrenses.
Que emoción ver cómo se abría la llave
para darle gas directo a los sectores populares de La Llanada y el Brasil,
aunque hubiese preferido que ese chorro de gas, llegase, desde Güiria a través
del gaseoducto “José Francisco Bermúdez” y. no desde Anaco. Pero esa flama
ardiente en los cielos de Cumaná, es una buena señal, una señal de un progreso
que se le ha negado a un Estado noble y que en el siglo XIX era fuente segura
de alimentación y proteína barata para todo el país.
Ojalá la providencia permita que
la voluntad política esta vez sea amplia y suficiente, no menguada como en el
pasado, pues los habitantes de Sucre, por su historia, por el aporte a la
cultura, a la ciencia, a la tecnología, a la pesca, y principalmente a la
construcción y sostenimiento de las seis repúblicas, merecen vivir caímos como
el mar que los rodea, no bajo la zozobra constante del fantasma atávico de la
pobreza que ahora se asocia con el ángel malvado de la criminalidad. Todo lo
que sea para el desarrollo de Sucre es aplaudido, deslastrándonos de esa
ociosidad de tasar todo con ribetes políticos-partidistas.
Ayer: fue el día de las buenas
noticias para Sucre y para Cumaná, pues, el ministro de Transporte Acuático y
Aéreo, Herbert García, informaba que a mediados del mes de octubre, el Aeropuerto
“Antonio José de Sucre” recibirá vuelos de la aerolínea pública Conviasa, para
despertar de la pesadilla que representa una solo línea aérea operativa en Cumaná
y sobré la cual pesan infinidades de denuncias y quejas de los usuarios por el
mal servicio y la demora en las horas de vuelos.
El regocijo del gobierno de calle
ayer nos embargó a los que amamos esta tierra, Sucre se merecía ser Zona
Económica Exclusiva, el gas vuelve a borbotear en la sangre, y por trivial que
parezca la llegada de Conviasa también, pues como decía Andrés Eloy Blanco “el
que no ha tenido cosa/ y cosa quiere tener/ le parece una gran cosa/ la cosa de
su mujer ...”
Daniel Trujillo
Diario Región: 18/7/2013